Esa tos que no para por la noche. La angustia de ver a tu bebé con el pecho lleno de mocos, haciendo ruido al respirar. O esa sensación de que te falta el aire al hacer cualquier cosa y el cansancio que eso supone.
Si te suena familiar, esto es para ti. La Fisioterapia Respiratoria es, dicho de forma sencilla, una ayuda extra para tus pulmones. Nuestro trabajo es muy práctico: ayudarte a limpiar toda esa mucosidad que se acumula y enseñarte a respirar de una forma más eficaz para que te canses menos y te sientas mejor.
Para los más Pequeños: Ayuda para Sacar los Mocos y Respirar Mejor
Llega la temporada de virus y con ella las bronquiolitis, los catarros que nunca se acaban y las noches sin dormir. Sabemos lo mal que se pasa.
Nuestro trabajo con los niños es muy suave y respetuoso. A través de técnicas manuales y juegos, les ayudamos a mover toda esa mucosidad para que puedan expulsarla. No es magia, es fisioterapia. El objetivo es que puedan comer sin agitarse, dormir más seguido y recuperarse antes.
Venid a vernos si vuestro hijo/a:
Tiene bronquiolitis o bronquitis y está muy cargado de mocos.
Sufre de asma y queréis una herramienta más para controlar los síntomas.
Empalma un catarro tras otro y siempre acaba con mucha tos y mucosidad.
En general, le oís "ruido" en el pecho y notáis que no respira con normalidad.

Para Adultos: Recupera el Aire en tu Día a Día
Vivir con una enfermedad como el EPOC o el asma significa que tu mundo se puede hacer más pequeño. Dejas de hacer cosas porque sabes que te vas a cansar o a ahogar.
Nuestro objetivo es ayudarte a recuperar terreno. Te enseñaremos técnicas sencillas para que tú mismo puedas "hacer limpieza" en tus pulmones cada día y ejercicios para fortalecer los músculos que usas al respirar. Se trata de darte el control para que te sientas más seguro y autónomo.
Te podemos ayudar si:
Tienes EPOC, asma o fibrosis quística.
Te estás recuperando de una neumonía o de secuelas de la COVID-19 y notas que no has vuelto a ser el de antes.
Vas a pasar por una cirugía (especialmente de pecho o abdomen) y quieres prepararte para una mejor recuperación.
Simplemente, notas que tienes muchas secreciones y una tos que no te deja vivir tranquilo.
No tienes por qué acostumbrarte a la falta de aire o a una tos constante. Hay mucho que podemos hacer para ayudarte.


